
Foto: EFE/Domenech Castelló
Un hombre de nacionalidad rumana se roció con la gasolina que portaba en una botella de agua de litro y medio, y se prendió fuego pese a los esfuerzos de su mujer y otros dos familiares por impedirselo. El hecho sucedió el 4 de septiembre del 2007, frente a la sede de la Subdelegación del Gobierno en Castellón. El motivo de protesta fue la situación económica de su familia en España, puesto que habían ido a ese país para trabajar; sin embargo, fueron estafados tanto en el trabajo como en la vivienda prometida.
El rumano falleció dos semanas después en un hospital de Valencia.